En tan solo menos de una semana desde que Roma la última película de Alfonso Cuarón se hizo disponible para `streaming’ o transmisión en Netflix y 3 días después de el estreno de la portada de Vogue México y Latinoamérica de Yalitza Aparicio y esto es solo el comienzo de la fiebre y la conversación.
El objetivo de Roma, como su director lo expresa en los trailers, es transportar al espectador en el tiempo y el espacio a través de una experiencia sensorial que destacan sus sonidos y maravillosa cinematografía, que en blanco y negro, logra transportar a muchos a su propia infancia.
La trama de la película es muy sencilla, pero muy diferente a lo que se espera de cualquier ‘drama’. Irónicamente, si es drama lo que el espectador busca al ver esta película, tal vez nunca lo encuentre. La experiencia es literalmente para experimentar cada segundo del largometraje como propio. Un sinnúmero de escenas de la película generan empatía, específicamente para espectadores mexicanos y latinoamericanos, ya que el libreto describe al detalle el estilo de vida familiar de una familia de clase media mexicana al principio de la década de los setenta.
La película es trascendental ya que logra con mucho éxito posicionar en protagónico el rol de la mujer indígena que trabaja en tareas domésticas. Cuarón, como nadie, relata la historia del personaje Cleodegaria “Cleo” Gutierrez, inspirado en “Libo ”,la mujer que en su momento fue la empleada doméstica del mismo Cuarón y su familia cuando él era un bebé y quien, como Roma lo cuenta, ayudó a criarlo. Cuarón es un experto para contar este tipo de historias con gracia y objetivo. Muy pocos directores y libretistas han sido exitosos en la hazaña de realizar una obra que resalta el rol de las mujeres como “Cleo” en la sociedad latinoamericana.
Un aspecto que me tocó en lo personal es, incluir el indigenismo en la trama. La misma abre anunciando que el espectador va a escuchar diálogos en ‘Mixteco’ y ‘castellano mexicano’ doblados en subtitulos entre otros dialectos indígenas los cuales no serán traducidos o no son relevantes a al libreto, pero que en la película existen para darle realismo al relato. De esta manera, Roma, indica y da forma al escenario mexicano, y le indica a espectadores de todo el mundo, el México que nadie conoce y nadie ve a menos que se sea Mexicano o que se visite la Ciudad de México.
El trasfondo socioeconómico y sociopolítico es otro elemento en la película. Roma, contrasta la belleza de lo simple y sencillo de vivir en la colonia Roma del ( CDMX) con la cataclísmica realidad política de esos tiempos y el efecto que causa en cada personaje de esta historia. Roma, con esto, subraya que somos un resultado del tiempo que nos toca vivir. En este punto, el director logra cerrar ciclos haciendo subliminalmente una invitación a la reflexión de nuestro tiempo social actual y la lucha de que todas las generaciones enfrentan al tratar de cambiar los tiempos aunque nos cambie a nosotros mismos en el intento.
Personalmente considero esta obra como algo necesario. Como escritora de este portal, realizaciones como Roma, refuerza mi trabajo y saber que un muestro como Cuarón haya creado Roma, y con ella fortaleciendo el movimiento indigenista contribuyendo a la cultura, el folklore y la identidad de nuestra comunidad. Hay pocas oportunidades que los medios otorgan para poder conversarles tan apegadamente de los valores de @lacarishinanet tanto como en este momento a través de los ojos de Alfonso Cuarón.